Por Celeste Pérez. Militante Peronista
El 17 de noviembre de 1972, a las 11:20 a.m., el vuelo DC-8 de Alitalia aterrizó en suelo argentino, trayendo consigo al General Perón, quien estuvo acompañado por destacadas figuras como el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, y Héctor Cámpora. La imagen de su llegada quedó inmortalizada en la memoria colectiva.
A pesar de las adversidades enfrentadas durante esos años, incluyendo hostilidades, fusilamientos, bombardeos y la prohibición de nombrar a Perón y Evita, los militantes del campo nacional y popular nunca dejaron de luchar por el regreso del líder. Su dedicación y espíritu de unidad transformaron el «yo» en «nosotros», colocando los intereses de la patria y del movimiento por encima de los nombres y los egos individuales.
El regreso del General Perón fue recibido con entusiasmo y emoción por parte de trabajadores, jóvenes y militantes en general. A pesar de las medidas impuestas por el gobierno de facto, miles de personas se congregaron en el aeropuerto de Ezeiza para dar la bienvenida al líder. Incluso algunos cruzaron a nado el río Ensenada para estar presentes en este momento histórico.
En los días siguientes, una multitud se congregó frente a la casa de Gaspar Campos para saludar al General, quien observaba con lágrimas en los ojos la lealtad y el afecto del pueblo argentino. Durante su estadía, se llevaron a cabo encuentros políticos y se sostuvieron infinitas charlas con miembros del partido.
A pesar de las restricciones impuestas, el regreso del General Perón marcó el comienzo de una nueva etapa para el peronismo. Su presencia inspiró esperanza y renovó el compromiso de los militantes peronistas en la defensa de los derechos conquistados por los gobiernos peronistas.
Hoy, más que nunca, recordamos esta fecha emblemática y reafirmamos nuestro compromiso con la patria y el pueblo argentino. Como bien decía Mario Benedetti: «Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en nuestras almas, aún hay vida en nuestros sueños». ¡La patria y el pueblo vencerán! ¡Los militantes no descansamos!